Queridos lectores:
En esta oportunidad enmarcamos el eje de nuestra publicación en la convocatoria que lanzara Daniel Roy, responsable del Instituto Psicoanalítico del Niño de la Universidad Jacques Lacan, para las Jornadas 2024 de dicho Instituto. Propuesta que lleva por título "Sueños y fantasmas en el niño". Encontrarán en la publicación el texto orientador.
Este número, el 10º de Rayuela lleva por título:
"Sueños y fantasma en la clínica con niños y jóvenes. Una trama, entre enigma y fijación"
Hemos recibido una respuesta entusiasta de los colegas a la invitación a participar de esta convocatoria.
Así es como contamos con trabajos de fino recorrido epistémico y clínico que ilumina el pulso de los avatares a los que la época nos confronta.
El trabajo de Fabián Naparstek traza un interesante recorrido que sin dejar de retornar a Freud toma como brújula "RSI en el sueño" . Desde allí va jalonando los distintos momentos en la obra de Lacan donde lo real va cobrando un nuevo estatuto que no tenía hasta el momento y que le llevará un tiempo de elaboración poder articular en la teoría.
En "El fantasma Jano" Celina Coraglia ordena una serie de interrogantes en torno al texto de orientación de Daniel Roy. Se pregunta: fantasía y fantasma ¿son lo mismo –tal como el vocablo francés fantasme, que condensa ambos sentidos parece insinuar-? ¿O el fantasma es en realidad un Jano donde las fantasías serían la cara visible, manifiesta, del fantasma inconsciente? A partir de allí intenta entrever el papel y la importancia de las fantasías en el niño.
Contamos con el aporte de Mirta Berkoff que lo titula con una pregunta: "¿Por qué es tan difícil dormir a los niños?". Rápidamente se desgranan otras cuestiones: "Si el sueño en el niño fuera una pura realización de deseos ¿por qué no es grato para los niños entregarse a soñar? ¿Cómo explicar los tan frecuentes sueños feos? En la medida en que no cuenta aún de lleno con la red simbólica, no ha tomado posición en un discurso. Lo que acecha a los pies de la cama de los niños es un agujero en la red de los dichos cercano al real traumático.
El escrito de Paulina Salinas "De un hilo suelto a la maquinita de anudamiento", dialoga con el de Berkoff.
Se pregunta acerca de la función del analista ahí, en ese tiempo temprano de encuentro con el lenguaje, inmerso en el tejido del malentendido estructural. Tiempo del infans de sepultamiento en ese significante que lo colma, S1.
Saber leer ahí, es la consigna. Propone hacerse ese segundo significante, hacerse S2 para que el sujeto se barre y emerja. Finalmente, se interroga acerca de la relación respecto del sueño y el fantasma.
Gustavo Slatopolsky en su escrito "Fantasías y sueños en el autismo" nos ofrece la oportunidad de compartir las dificultades que plantean las nociones de sueños y fantasías para el autismo. Este tema de investigación se impuso ante el encuentro con estas producciones en sujetos autistas en análisis en curso. Considera que la lectura de la transferencia es el factor fundamental y la pregunta acerca de si en ese soñar particular, la puesta en imagen que da lugar a una escena se articula o no a una significación inconsciente. También sugiere que las fantasías recogidas en la cura obligan preguntas del mismo tenor.
El aporte de Luisa Aragón "Sueños, fantasmas, pesadillas, alucinaciones…Porosidades y modulaciones", nos ofrece ejemplos en los que el sueño puede dejar abierta la vía para la construcción del fantasma, ya que hay sueños en los que el fantasma aparece y es posible pensar a partir de ahí su construcción. Propone un caso que ilumina en detalle la noción de porosidad entre pesadillas y alucinaciones, en una instancia institucional realizada en la Antenne 110.
En "La pesadilla de un niño y su interpretación", Ana Lydia Santiago, presenta un caso donde ubica la experiencia que tiene el niño del sueño de angustia, o más exactamente, del punto del sueño que genera displacer y provoca el despertar: se trata de una amenaza de que este punto se transponga a su vida de vigilia. Es destacable el interés clínico que nos aportan las intervenciones de la analista. El camino de este tramo de la experiencia analítica culmina con una pregunta enigmática, opaca, sobre lo que es para el Otro.
En el trabajo "Poppy play time" Camila Candiotti, propone un caso, muy actual, en el que el material lúdico está vinculado a personajes de video juegos. La analista, atenta a la instalación de la transferencia -dócil a lo que el ser hablante enseña- propone el uso de su móvil. En el video juego -al modo de la pesadilla- el borde real entre lo literal y la metáfora lúdica se desdibuja. Acompañar el juego on line, al modo de la interpretación de los sueños, va permitiendo elaborar vestiduras imaginarias y una mínima trama simbólica, que sostenga un borde imaginario-real y simbólico-real.
El texto de Marcela Ana Negro : "¿Cómo incide la época en la creación de fantasías por parte del niño?" plantea que la época a través de las pantallas ha invadido a los niños con fantasías pret a porter, para todos iguales. El desafío que como analistas nos convoca será posibilitar la creación de ficciones propias, introducir el don de amor será la vía para ello? Tal es la hipótesis que la autora despliega.
Teresinha Natal Meirelles do Prado en "De lo universal a lo singular: conexiones con el fantasma en la contemporaneidad" explora que en el discurso capitalista, ya no es el padre lo que comanda, sino el imperativo de goce. Por ello, para la autora el relato de sueños, dibujos y juegos de un niño, con su valor de goce, permite considerar a cada sujeto en su singularidad, localizando las posibles soluciones que cada uno puede encontrar, sin tomar el "fuera de norma" como algo deficiente.
El trabajo de María do Rosario Collier do Rego Barros "El niño y sus ficciones" se centra en situar la función propia de los sueños y de los fantasmas en el proceso de separación, al que todo sujeto es convocado desde muy temprano. Considera que el despliegue de la fantasía del niño en análisis, al tiempo que lo hace emerger como sujeto dividido a partir del significante que presidió su llegada al mundo, constituye también un instrumento para lidiar con un goce experimentado en su cuerpo.
Carolina Koretzky, en "Sueño y fantasma en la infancia" se pregunta por los sueños de angustia, y su valor clínico, Nos dice que "cuanto más logremos rodear, bordear a través de la cadena significante lo real en juego en los sueños de angustia, menos ese real tendrá que insistir e irrumpir en el espacio del sueño" Para el analista se trata de pensar la angustia como señal de un real, y posibilitará el inicio de la constitución de un fantasma donde lo pulsional, será central.
Gisela Smania nos aporta en "Los sueños en los niños. Una pieza ética". Jerarquiza el decir del analizante respecto a la experiencia del soñar en una época signada por la reducción de la realidad humana al funcionamiento cognitivo-conductual. Explora la figura del hilo como la "operación de bordado que constituyen las formación del inconsciente alrededor del cogollo de lo real".
Ana Cristina Ramírez, nos brinda su texto "Servirse del sueño para inventar algo que permita volver a dormir". En él toma el concepto freudiano de trabajo del sueño, para enmarcar las pesadillas como un primer intento de cernir lo irrepresentable, aquello que hace agujero en la trama simbólica y que despierta. El trabajo del sueño produce interpretaciones fantasmáticas sobre lo inquietante, sobre lo que hace agujero.
Para concluir con los autores que nos hicieron llegar sus aportes para este eje, citamos el trabajo de Irene Kuperwajs, que tituló: "Notas sobre los sueños repetitivos" en el que de entrada afirma que "Hay sueños y sueños". Se trata de situar cómo entra el relato de los sueños en el análisis de un niño o adolescente, ya que se trata de sueños bajo transferencia.
Para la autora, las pesadillas o los sueños repetitivos dicen de un real sin ley, de lo no elaborable, de lo fallido del sueño para tratar ese real. Los sueños repetitivos implican un trauma, cambia su estatuto y es posible pensarlo como el síntoma que perdura, insiste. Tomarlo entonces como indicador de la fijeza de un goce que insiste. "El sueño repetitivo es otro tratamiento de un real y un intento de elaboración por la vía del sueño-fantasma".
Contamos, además, en este número, con la invaluable intervención de artistas visuales que con su mejor disposición contribuyeron a acompañar los textos que encontrarán en esta nueva edición de Rayuela.
A ellos, nuestro profundo agradecimiento: Analía Gaguín, Andrea Diaz, Carmen Aztibia, India Zapata, Luis Felipe Noé, Myriam Jawerbaum, Santiago Hormanstorfer, Valeria Feder, Valeria Paula Erlijman
Ahora sí, con mucha alegría los invitamos a recorrer Rayuela 10. Buena lectura!